UN EQUIPUCHO NO REVIVE A CALI

La decisión del alcalde de nombrar secretarios de despacho inexpertos y algunos provenientes de otras regiones del país, comienza a suscitar preocupaciones. Esta medida, lejos de fortalecer la administración, evidencia falta de preparación y desconocimiento de los asuntos públicos, amenaza la confianza de los ciudadanos y el funcionamiento del ente territorial.

Es así como desde el comienzo de esta administración, se han presentado muestras claras de inmadurez no solamente por parte de los secretarios de despacho sino del propio burgomaestre local.

Los funcionarios, en muchas de sus intervenciones oficiales, han demostrado público desconocimiento en asuntos de gobierno. Ha sido evidente y preocupante la ignorancia sobre los procesos de trámites y sobre las normas locales y nacionales que rigen el funcionamiento de los entes territoriales.

Es de anotar que, la notoria inexperiencia no solo compromete la eficiencia administrativa del gobierno, sino que pone en riesgo la puesta en marcha de políticas públicas de corto, mediano y largo alcance, estas últimas todavía sin avizorar.

La gestión de un ente territorial como el Distrito Especial de Santiago de Cali, requiere de conocimiento profundo y específico de las dinámicas locales, algo que muchos de los nombrados, especialmente los foráneos, claramente no poseen. Este desconocimiento no sólo ralentiza todos los procesos, sino que se corre el riesgo de asumir decisiones erróneas que afecten negativamente a la comunidad.

La incapacidad demostrada hasta el momento ha tenido consecuencias directas en la confianza y percepción de la ciudadanía. Esto se refleja en la falta de competencia y preparación de los funcionarios de la administración, lo que ha generado desconfianza en la capacidad del gobierno para gestionar efectivamente sus necesidades y problemas. Como resultado, se ha creado un claro distanciamiento de la participación ciudadana y un aumento en las críticas hacia la gestión de la administración.

En consecuencia, no acierta el alcalde al integrar su gabinete de colaboradores con personas de otras regiones, carentes de experiencia y desconocimiento en temas de gobierno.  La incapacidad e inoperancia ha sido notoria afectando la eficiencia y erosionando la confianza ciudadana, esencial para el buen funcionamiento del Distrito.

Coyunturalmente, es imperativo que se reajuste el proyecto del “Plan de Desarrollo” de cara a las decisiones jurídicas sobre el POT/2014 y se componga financieramente de acuerdo a la reciente decisión del MinHacienda.

Finalmente, una vez aprobado el Plan de Desarrollo es necesario que el alcalde deje a un lado la “turba inútil” de asesores y el “equipucho” de gobierno que lo acompaña e integre un equipo de colaboradores con capacidad, experticia en lo público, que conozca la ciudad y que esté dispuesto a caminar al mismo ritmo y para el mismo lado en beneficio de todos los caleños.