LAS ENCUESTAS NO SON UNA FOTO DEL MOMENTO

En el último tramo de las campañas aumenta la difusión de encuestas electorales, con el propósito de conocer las preferencias en la intención de voto entre el electorado.

El resultado de las encuestas electorales no es una foto del momento como comúnmente se define. Las encuestas y sus resultados no hacen parte de una ciencia matemática exacta, razón por la cual no garantizan el resultado que muestran. Pertenecen, eso sí, a una lógica probabilística que se limita a mostrar la tendencia de un posible resultado electoral que se puede dar, sí o no.

La tesis anterior, quedó demostrada en una pasada elección presidencial en E.U.A. El portal “Five Thirty Eight” en su última encuesta, antes de la elección, publicó que la probabilidad de que ganara Hillary Clinton era de 71.4% contra 28.6% de Donald Trump. Se pudo establecer que muchos simpatizantes de Clinton se quedaron en casa debido a la exagerada confianza que generó la encuesta publicada. No salieron a votar. Al final la presidencia la ganó Trump.

Sucedió en el mismo sentido en Colombia. Las encuestas indicaban que el pueblo refrendaría por amplia mayoría los acuerdos de paz firmados por el presidente Juan Manuel Santos con el grupo guerrillero de las Farc. El resultado fue contrario.

Quién se vea favorecido con el resultado de una encuesta electoral no ha ganado nada

Para la política electoral y en especial para las campañas en marcha, el resultado de una encuesta debe entenderse como algo más que una noticia. Es una herramienta estratégica de reflexión, análisis y toma de decisiones utilizable como arma electoral para impactar la percepción de los ciudadanos respecto del candidato favorecido y muy útil para generar desencanto o desilusión en la campaña competidora.

Efectuar una serie de encuestas, con espacios de tiempo determinados, permite evaluar la evolución de las tendencias o preferencias y patrones de los encuestados enterándonos a fondo del panorama político de la región.

A continuación algunos consejos te permitirán conocer cuáles son los elementos más importantes del diseño de una encuesta electoral, cómo interprétala y cómo identificar su grado de confiabilidad:

1.- Determinar los objetivos

Al momento de definir la realización de una encuesta electoral, lo primero que hay que determinar es su objetivo. ¿Qué queremos conocer? ¿Cuántas muestras y cuántas preguntas vamos a realizar? ¿Qué datos específicos debemos esperar para fortalecer la campaña? ¿Cuál debe ser la redacción de las preguntas a formular para obtener la información que necesitamos?

2.- El número de muestras y de preguntas sí importa

Varios son los procedimientos para determinar la cantidad de muestras con el fin de lograr resultados satisfactorios. Entre más grande es la muestra, es decir el número de los encuestados, conjuntamente con la calidad en el diseño y cantidad de preguntas a formular menor será el margen de error en el resultado de la misma.

3.- La cobertura y el trabajo de campo

Definir los lugares para la muestra, distribuirla con equidad sobre las áreas determinadas teniendo en cuenta el número de habitantes de cada sector y precisando la metodología para el desarrollo del trabajo de campo, consolida la pureza en la captura de la información.

4.- Interpretar la encuesta electoral

Al margen de toda la información que la encuesta genere, lo más valioso para las campañas es el resultado de la intención de voto sobre los candidatos en contienda. Este resultado siempre debe considerarse teniendo en cuenta el margen de error con que se ha realizado la encuesta electoral y sin dejar de lado el resto de la información que sirve para la implementar y/o re-direccionar estrategias en marcha.

5.- Las encuestas electorales en las redes sociales

Son de mala calidad y regularmente crean desinformación en el electorado. Los métodos de muestreo utilizados no representan el universo de los votantes, siendo muy comunes y frecuentes en Facebook, Twitter y ahora por WhatsApp. Son fáciles de permear por familiares, fanáticos, seguidores y por quienes las encuentran en la nube digital en sus ratos de ocio.

6.- Las encuestas electorales por teléfono

Son fáciles de adelantar. Reflejan la opinión solamente de un subconjunto de la población, de los que tienen teléfono fijo o celular. Lo anterior no quiere decir que no proporcionan información útil.

La publicación de una encuesta cerca al día de elecciones puede influir en el comportamiento de los votantes. Algunos pueden cambiar su voto buscando no desperdiciar su apoyo al candidato ganador. El “indeciso” o el que “no sabe/no responde”, reseñado en una encuesta, es fácil presa, por la publicación de una encuesta, para definir su voto.

Finalmente, la recomendación es: deje en manos de expertos la realización de encuestas electorales, efectuadas preferiblemente bajo la modalidad cara a cara, técnicamente diseñadas, y analizadas con prudentes criterios con el fin de garantizar resultados y conclusiones confiables.