Todo dirigente debe articular un discurso político que lo identifique, que informe a la gente de sus propuestas y de cómo será el desempeño de sus funciones o el desarrollo de su gobierno.
Un discurso político es texto impreso y charla a viva voz. Debe estar alineado con el entorno donde se ofrece y con los diversos actores que reciben el mensaje: los seguidores, el público, los ciudadanos, la sociedad civil y otros grupos o categorías.
A veces quienes tienen que dar una conferencia o discurso en público creen que al concluir su redacción todo ha terminado. Es más, en algunas oportunidades se arriesgan a pronunciarlo sin antes haberlo ensayado cayendo generalmente en el ridículo.
Si redactar el discurso es un primer paso, ensayarlo brinda las siguientes oportunidades:
Una recomendación, es imprescindible repasar el discurso en voz alta varias veces. Ensayarlo te permite interiorizar el mensaje que quieres transmitir. Es entrenarte para lograr establecer una comunicación efectiva con el auditorio. Es toda una oportunidad que debes saber aprovechar.
Hay dos maneras de ensayar un discurso:
Ensayando tu discurso no estás haciendo el ridículo. Es la mejor manera para definir el tono de las palabras estando pendiente no sólo de lo que dices, sino de cómo lo dices. En cuanto a la expresión corporal, debe ser la que te conecte mejor con la audiencia.
Finalmente, otro consejo importante es que te grabes y escuches luego tu propio discurso. El resultado te podría prender.
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