Recientemente, en la ciudad, se produjo un intenso aguacero en el área ubicada en el piedemonte del Cerro de las Tres Cruces inundando unidades residenciales, residencias, vías, locales comerciales y el Centro Comercial Chipichape donde sus parqueaderos subterráneos sufrieron grandes averías.
Adicionalmente, la cantidad de agua, con una carga alta de sedimentos, taponó los sumideros de aguas superficiales colapsando la movilidad vial en ese sector de la ciudad.
De manera ligera y desinformada el alcalde, en su cuenta de X (15/05/24 a las 7:12 pm), dijo textualmente que “estas inundaciones son consecuencia de la inadecuada disposición de basura”. En otras palabras, encontró en los “caleños” el “lavamanos”.
Se está volviendo costumbre que el alcalde publique frases sueltas sin sustento ni fundamento. Sería recomendable que, antes de emitir juicios sobre temas que no domina, se asesore con expertos en áreas, como para este caso, de la ingeniería sanitaria, la hidrología y redes de servicios públicos. Culpar a la ciudadanía sin considerar la historia reciente y sin reconocer la ineficiencia de los operadores encargados de recoger “la basura” de la que habla, no solo es injusto con los caleños, sino que también demuestra su falta de conocimiento sobre los temas de la ciudad.
Independientemente de los efectos del cambio climático y de la presencia cada 50 años de este tipo de precipitaciones, la principal causa del colapso, no son los colchones ni los muebles viejos, es la desatención que se le ha dado a los cerros tutelares de la ciudad, en este caso al de las +++. Estas áreas han sufrido erosión, tala y deforestación, incendios forestales, invasiones inducidas, explotación minera y, lo que faltaba, agresiones de las normas urbanísticas permitiendo construcciones en los mismos. A todo lo anterior le sumamos: la insuficiencia y falta de mantenimiento de drenajes y canales pluviales y la actitud despiadada de los dueños de los desarrollos urbanísticos incrementando la vulnerabilidad ante las fuertes lluvias.
Hoy, el Gobierno Distrital y Emcali asumen los costos de recolección de escombros, barro y lodo sobre las vías quedando sin atención la red subterránea de tuberías de aguas lluvias y servidas, los sumideros, los canales y las estaciones de bombeo que también necesitan atención urgente.
Creo que atender las aguas pluviales no debe ser una tarea que cumplan las empresas de servicios públicos domiciliarios. Emcali se distrae al manejar ese tema en la ciudad. Esta actividad debería ser responsabilidad de las Corporaciones Autónomas Regionales, que deben orientar y hacerse cargo integralmente del manejo de las aguas lluvias.
Por otro lado, preocupa el silencio de Acodal, Camacol, la Asociación de Ingenieros del Valle y de Colombia, el Dagma, el Ministerio de Ambiente y la CVC, todos relacionados con el tema, quienes no han hecho ningún pronunciamiento sobre un asunto que, directamente, afecta al río Cauca y, a su vez, coyunturalmente a la región de la Mojana y a la represa de Hidroituango.
Finalmente, lo ocurrido con las inundaciones en el norte de Cali no es un hecho aislado, sino el resultado de una serie de factores interconectados que requieren atención inmediata y coordinada de las autoridades y entidades responsables. Solo así se podrá mitigar el impacto de futuros eventos climáticos y proteger a la ciudadanía.
Cali - Colombia
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