Inicio / El AMSO URBANO Y RURAL
La creación de Áreas Metropolitanas tiene como objetivo principal fortalecer la planeación urbana y territorial mediante la integración regional de municipios. Sin embargo, su implementación presenta retos significativos, especialmente cuando no se priorizan la cohesión funcional y geográfica.
Un Área Metropolitana debe priorizar la integración de municipios conurbados, como quiera que la extensión del crecimiento urbano facilita la solución planificada de temas comunes como los de servicios públicos, movilidad, infraestructura y los que tengan que ver con los usos del suelo.
Por el contrario, que hagan parte del Área Metropolitana municipios no conurbados, separados de su casco urbano por extensas áreas agrícolas introduce barreras logísticas y económicas que dificultan la eficacia de su gobernanza. En este sentido, la distancia física y la diferencia entre las prioridades urbanas y rurales originan un desarrollo desigual y fragmentado.
Insisto, la ausencia de Yumbo en la propuesta de la AMSO, representa un paso atrás en la integración regional que se pretende. Este municipio hace parte esencial del tejido económico de Cali y contribuye significativamente al desarrollo regional. Por la razón que sea, estar por fuera de la propuesta no solo afecta la coordinación de políticas urbanas, sino que también crea tensiones administrativas y una competencia innecesaria entre municipios que deberían estar alineados. Esto divide el desarrollo territorial y desvirtúa el principal objetivo de un Área Metropolitana: “unificar esfuerzos para maximizar recursos y beneficios compartidos”.
Por otro lado, la inclusión de municipios con grandes áreas rurales como Villarrica y Puerto Tejada (Cauca) genera otro tipo de desafíos al mezclar prioritariamente actividades agrícolas, presentando dinámicas e intereses económicos y sociales distintos a las del municipio núcleo, evidenciando que sus necesidades no son comparables a las de la ciudad central (Cali).
Ahora bien, por más que se quiera dejar de mencionar el impacto en el valor de la tierra, no deja de ser uno de los principales argumentos para la creación de Áreas Metropolitanas. Mientras en los municipios conurbados se puede experimentar un aumento significativo en su precio debido a la facilidad de hacer más viables los desarrollos de infraestructura y de servicios, en municipios cuyos límites son áreas agrícolas lejanas del casco urbano, la tierra recibe una valorización especulativa que depende en gran medida de la propuesta de desarrollo integral que se haga entre lo urbano y lo rural.
Por último, conformar y poner en marcha Áreas Metropolitanas requiere de una visión estratégica y coherente. La ausencia en ellas de municipios conurbados y la inclusión de otros sin claros vínculos funcionales comprometen la eficacia de este tipo de asociaciones corriendo el riesgo de convertir la iniciativa en una estructura administrativa incapaz de cumplir con las expectativas de sus habitantes.
Asesor Político
Cali - Colombia
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